Desde noviembre del 2010, el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y aspirante a la nominación presidencial por esta identidad política para el 2012, Miguel Vargas Maldonado ha venido descendiendo su popularidad de una manera estrepitosa a lo interno de dicha organización.
Vargas Maldonado que llegó a concitar un apoyo doméstico de un 80% en el 2007 y que lo mantuvo hasta poco después de las elecciones presidenciales del 2008, vio mermar su popularidad después de las elecciones congresuales y municipales del 2010.
La razón principal es que se le atribuye haber escogido mediante el dedo, y no votación, a un conjunto de candidatos a regidores, directores de distritos municipales, diputados y senadores al margen de la soberanía de los miembros del partido que fundaron en 1939 Juan Bosch, Ángel Miolán, entre otros patriotas antitrujillistas en la Habana, Cuba.
El resultado electoral evidenció que ésto fue un craso error del presidente del PRD, ya que las señalizaciones para escoger a cientos de candidatos durante el proceso convencional del partido blanco, sólo porque respondían a su corriente interna, llevó a la vetusta organización política a una derrota humillante en el certamen de medio tiempo.
El PRD obtuvo 57 alcaldías, 75 diputados y cero senadores, algo que no había sucedido en la historia de ese grupo político en el caso de la cámara alta.
Miguel Vargas y sus bocinas reaccionaron afirmando que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el gobierno habían utilizados los recursos del Estado de una manera descarada para imponer a sus candidatos en las diferentes demarcaciones de la geografía nacional. Sin embargo, no reconoció que la aplastante derrota se debió en gran medida a la poca popularidad de sus candidatos, aunque cabe señalar que el algunos lugares el dinero del PLD logró alterar el resultado final de las elecciones.
Al cabo de unos meses, después de los reclamos de una gran franja de la base perredeísta para que el presidente del PRD y las demás cabezas que dirigen el partido pusieran sus cargos a disposición de la organización, a lo que Vargas y su grupo le restaron importancia, se lanzó una vez más a conquistar el terreno perdido, Hipólito Mejía, tomando ventaja de la inconformidad que embargaba a la gran mayoría blanca.
Papá, como se hace llamar Mejía desde haces unos años, ha visto crecer vertiginosamente su popularidad, pasando de un indeseable 6% a un sorprendente 64% según todas las encuestadoras de prestigio que hacen estudios de medición de popularidad en el país.
A pesar de las cifras arrojadas por Gallup, Centro Económico del Cibao, Zogby, Acisa y otras empresas de mediciones, el presidente del PRD sostiene que sus números indican que ganará con una ventaja de 30 puntos y que ganaría unas 28 provincias si se mantiene la tendencia que sus estudios muestran.
¿Saldrá vencedor Miguel Vargas o su derrota está sellada este domingo 6 de marzo?
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