Infórmate Hoy y Siempre

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sábado, 17 de abril de 2010

La UASD, ¿universidad o mercado?




Cientos de negocios, tanto formales como informales, rodean por los cuatro costados el exterior de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).


Para cualquiera que no conozca el entorno de la UASD y lo ve por primera vez, puede llevarse la impresión de que dentro hay un residencial y fuera una especie de mercado modelo, en el que se vende desde una libra de arroz hasta un collar.


Frituras, fruteros, fantasías, heladerías, hamburguesas y sitios para el expendio de alcohol son apostados estratégicamente en locales o las calles con las que la universidad más vieja del Nuevo Mundo limita, para aprovechar el continuo desplazamiento de personas que estudian en esta institución educativa.
Los informales: venduteros, tarjeteros, limpiabotas, coqueros, chineros, yaniquequeros, fruteros, etc., prefieren colocarse próximo a las puertas de entrada y salida con el objetivo de que sus productos puedan ser vistos por los miles de estudiantes que de lunes a sábado acuden a la alta casa de estudios a nutrirse de conocimientos, pero también de los alimentos que estos padres de familia les ofertan.


Cuando los vendedores son cuestionados sobre su colocación en los alrededores de la universidad, confiesan que aquí tiene la posibilidad de ganarse la manutención de su familia sin mucho esfuerzo y consistentemente.


Para Frank Romero, de 33 años y residente en San Cristóbal, vender chinas y manzanas le resulta más beneficioso que ser empleado en cualquier empresa de salario por encima del mínimo. Señala que “pica” diariamente entre 700 y 800 pesos, promediando un ingreso mensual de 19 mil pesos. Además, expresó que no siente la presión de ser despedido en un país donde el desempleo se ha convertido en una costumbre para más de un millón y medio de dominicanos en edad de trabajo.


La mayoría de los “buscavidas” como se le dice popularmente respondió afirmativamente a la pregunta de si están organizados o de si son supervisados por las autoridades competentes como la Alcaldía del Distrito Nacional. Aseguraron que no han sido movidos por más de 8 años, y que la última vez que lo hicieron, éstos actuaron voluntariamente durante la construcción del Metro de Santo Domingo.


Los estudiantes, por su parte, dicen que no les molesta el hecho de que estas personas se ganen el sostén de sus familias en actividades como las que realizan en las inmediaciones de la UASD.


Casi todos los abordados opinaron que esta realidad que se ha vivido por décadas en la institución de educación superior no les fastidia, y que por el contrario, le gusta que esto suceda, ya que a veces, tienen hambre o sed y no se mueven a sitios lejanos, porque lo que necesitan para saciar ambas cosas está a su lado.


Debemos recordar que la población estudiantil uasdiana está constituida por personas de diferentes niveles económicos, de escasos recursos en su mayoría, por lo que no cabe duda de que aplican un axioma de mercadeo empírico: “aunque sea por primera vez, el cliente va donde más barato vendan”.

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