El sistema educativo no funciona

Nuestro sistema educativo ha venido de más para menos, y es que son tantos los factores que provocan esta situación que tardará 5 o 6 años de labor tenaz para poder adecentar la ya muy deteriorada imagen que presenta en estos momentos.

Observemos de manera jerárquica como se han venido presentando cada elemento.

1- Irresponsabilidad de los sectores dominantes.- Todo el que ha estado envuelto de manera directa o indirecta en las labores educativas de nuestro país sabe que los sectores llamados a impulsar la educación poco o nada han hecho para que esto ocurra, al contrario se han trazado como meta mantenerla en la actual condición porque creen que se le hace más fácil ejercer su dominio sobre una sociedad inconsciente, y es verdad, pero por el otro lado se olvidan que no hay maneras de que un pueblo así se desarrolle, o que en algún momento por el deterioro de vida que presenta la generalidad podrían estallar las masas y salir perjudicados todos, principalmente los sectores poderosos.

Estos sectores son: Autoridades gubernamentales y empresarios.

2- Falta de aulas.- Son muchas las notas informativas que hemos leído a lo largo de nuestra historia republicana con relación a esta penosa realidad. Hemos sido testigo presenciales de miles de niños recibiendo el pan de la enseñanza debajo de árboles, iglesias, casas familiares, todos en condiciones infrahumanas y no aptos para dicha actividad. En tanto que los gobiernos se vanaglorian diciendo que invierten en infraestructura cuantiosas sumas de dinero, cosa que es falsa, porque sólo lo hacen para fingir ante la sociedad.

3- Falta de coordinación programática.- Los gobiernos de turno nombran como secretarios de educación un sin número de personas, que en su gran mayoría no saben lo que es una escuela después que salieron de éstas en sus años mozos, por lo que poco les importa la suerte que corra un niño de los sectores más vulnerables de la nación. No saben lo que es ser profesor de una escuela súper poblada de estudiantes, y si impartieron docencia lo hicieron en colegios de sectores económicamente estables o fuertes. Estas personas, a su vez, arrastran a otras de su cofradía para colocarlas en posiciones claves y exigentes cuando de educación se habla, entonces comienzan a inventar disparates de programas que no se ajustan a la realidad del profesorado ni del estudiantado, porque no se elaboran a partir de nuestra realidad socio-política, sino que lo copian de países donde los sistemas educativos funcionan, pero porque invierten para eso.

También, está el problema de que en la plataforma se elabora un programa, y en la cúspide otro. Los resultados no se hacen esperar, cada quien imparte lo que sabe o le conviene, en tanto el estudiante sufre el hecho de no recibir conocimientos organizados.

4- La politiquería.- Los maestros son muy mal remunerados como clase social, por lo que poca gente se interesa por ser profesor, y más si es de escuelas, de manera que a esta actividad se dedican, en su gran mayoría, personas que no tienen otra cosa que hacer, a lo estilo guardia, y al estar esas vacantes optan por ellas, pero no por concurso, sino que se enganchan a políticos y como su partido ganó hay que nombrarlos.

Casos de esta magnitud son evidentes en los distritos escolares, donde hay una serie de cobra sueldos, que no hacen absolutamente nada y reciben el mal nombre de técnicos de educación y muchos no son ni bachilleres. Viendo las cosas así, nos embromamos si no se actúa ya.

5- La educación semipresencial.- Desde haces varios años se implementó el programa de educación denominado PREPARA (Programa de Educación para Adultos). Este se realiza los fines de semanas desde las 9 am hasta las 5 pm. Desde el punto de vista formal, luce muy bien organizado, pero desde el funcional, un adefesio. Es que muchos profesores no han sido entrenados para llevar a cabo un programa que requiere rapidez en su ejecución, y los estudiantes en su gran mayoría trabajan en lugares que no son dados a asignarles horarios para que ellos estudien como debe ser. Además, se ha festinado el asunto, inscribiendo jóvenes hasta de 16 años, los cuales deben cumplir con su ciclo diario de aprendizaje porque su edad lo permite.

Lo más grave viene ahora. Muchos estudiantes no pueden competir bajo las condiciones mencionadas y tienen que sobornar a profesores para que les aprueben asignaturas, y en el caso de las mujeres, tienen que acostarse con algunos maestros.

El caso es que no se preparan los estudiantes, y cuando llegan las pruebas nacionales, les ponen promedios altísimos, además se las dicen, para hacer creer a la sociedad que eso funciona, cuando no es así.

6- Pruebas Nacionales.- Estas deben ser revisadas ya. En las condiciones actuales, no tienen razón de ser. El contenido de las pruebas está distante del que los estudiantes dominan. El caso es claro. No se envían a las escuelas los compendios y libros de ítem, de donde se elaboraban las pruebas y se impartían las clínicas con el objetivo de preparar al estudiante para dichas pruebas. Entonces tenemos las consecuencias: los maestros para no reprobar, les dicen las pruebas a los estudiantes, o se venden desde los distritos o de donde la elaboran.

Estos y otros factores impiden que tengamos un sistema educativo eficiente y transformador, por lo que tenemos que buscar solución inmediata a los problemas que lo afectan.