En 1943
el Estado dominicano y la empresa bananera norteamericana Grenada Company
subscribieron un acuerdo para que ésta se estableciera en el país y se dedicara
a la producción de banana en el noroestano pueblo de Manzanillo, en la
provincia de Montecristi.
Cuando
ya la empresa se había consolidado en la producción de guineo, Trujillo o “El
Jefe,” como todos le apodaban en sus años de gobierno, decidió recomendar a un
guardia maeño de nombre José Trinidad para trabajar en la Grenada.
Trinidad había trabajado varios años como vigilante de la residencia
de María Martínez, primera dama de la nación, cuando decidió pedirle a Trujillo la
encomienda, cosa que el hombre fuerte de la nación no vaciló para concedérselo
debido el aprecio que los Trujillo le
tenían.
Trujillo
procedió a entregarle la recomendación, acto seguido por el viaje que el
campesino cibaeño emprendió hacia Pepillo Salcedo donde se encontraba la
oficina del gerente de la empresa, quien al recibir el encargo lo rechazó en
forma de burla. Según Manuel de Jesús Javier García en “Mis 20 Años en el
Palacio Nacional Junto a Trujillo y otros Gobernantes” (p. 89-93), el
ejecutivo no sólo se mofó del campesino y la exhortación del jefe, sino que arrugó
el papel como en forma de desaire.
Ante
acto tan desagradable, el maeño regresó a la capital dominicana para informarle
a Trujillo de lo sucedido, reaccionando el jefe con una serenidad pasmosa, pero
que en su interior era sacudido por un viento con característica de huracán.
Trujillo
le recomendó a Trinidad ir a la salina de Montecristi, donde fue nombrado, y
con mejor salario. Y el gerente de la Grenada fue notificado por el gobierno
para que abandonara el país en menos de 24 horas, para lo cual Trujillo usó la siguiente
expresión según cuenta Javier García: “Al gringo ese que vaya a estrujarle la
cara a su mamá y a burlarse de su mujer, si es que tiene”.
Me gusta la forma del Jefe!!!
ResponderEliminar