Andy Dauhajre
La política del pueblo dominicano ha estado plagada, desde la
fundación de la República, de personajes que al final de sus vidas no han
aportado nada o muy poco en la búsqueda de estrategias que den al traste con el
subdesarrollo que durante siglos ha caracterizado a nuestra sociedad.
Desde la separación del Estado haitiano en 1844 hasta hoy,
la República Dominicana ha estado liderada por personajes insólitos, irresponsables,
saqueadores, arribistas, oportunistas, fantasiosos, traidores, confusos,
ilusos, descuidados, cuatreros, asesinos, crueles, mafiosos, cobardes, intolerantes, ingenuos,
corruptos, tramposos, precoces, farsantes, llanos, malhechores, transgresores y
soñadores; todos con un solo objetivo: ganar notoriedad social y enriquecerse con
dinero proveniente de cualquier medio, excepto el trabajo honrado.
Un ejemplo preciso para aplicarse a uno de los calificativos
mencionados en el párrafo anterior lo constituye la persona del economista Andy
Dauhajre, quien a partir de 1996 junto a otros de sus colegas, cobró notoriedad
por sus recomendaciones económicas al gobierno del presidente Leonel Fernández
(1996-2000), que terminó privatizando hasta “la picada de ojos”, lo que le
costó al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) convertirse en el partido mayoritario más impopular después de gobernar cuatro años. El PLD y sus aliados obtuvieron
24.90% de los votos. Después de la muerte de Trujillo ningún partido político en
el poder ha salido de éste con tan bajo porcentaje.
Dauhajre, el oportunista; después de colaborar en el plano económico con el ex presidente Fernández, pasó a asesorar al nuevo gobierno
de Hipólito Mejía (2000-2004). Fue uno de los que recomendó el deslizamiento de
la moneda. La tasa del dólar subió de
16.05, dejada por la administración Fernández, a 25 pesos dominicanos en menos
de dos años.
A partir de entonces
comenzó un deprecio progresivo del valor
de la moneda dominicana y la economía se volatilizó de forma insospechada tras
recibir “el tiro de gracia” dado por la crisis bancaria del 2003-2004, en la
que el gobierno de Mejía tuvo que llevar a cabo un salvataje bancario en el que regresó todo su dinero a los ahorristas.
En este salvataje, la administración Mejía cometió el grave
error de devolver a los ahorristas todo el dinero estafado y robado por los
banqueros, además de violar la Ley Monetaria y Financiera 182-02 que regula el
sistema monetario y financiero del país. En dicha ley se establece hasta donde
el Estado debe comprometerse con los ahorristas, por lo que Mejía y su gobierno
no debieron complacer a todos los sectores involucrados en la crisis bancaria
del 2003-2004, ya que no era necesario que le retornara todo el dinero que habían ahorrado.
El dinero devuelto por el gobierno obligó a que los ahorristas buscaran una moneda más fuerte para protegerlo, provocando esto una especulación
que disparó la tasa hasta 55 pesos por un dólar estadounidense y 62 pesos por
un euro.
Esta penosa crisis monetaria provocó una inflación acumulada
en el cuatrienio de Mejía de 86%, algo sin precedentes en la historia
republicana. Ese escenario significó para el Partido Revolucionario Dominicano
(PRD) una derrota aplastante en las elecciones del 2004. Hipólito obtuvo un
33.65% contra un 57.11% de Leonel Fernández. Desde entonces el PRD no ha podido
alcanzar el poder ni controlar el congreso.
Leonel Fernández asume el poder en medio de una crisis económica
sin igual. Una crisis cuasi fiscal y una inflación altísima matizaban el
escenario pos-electoral del 2004. Fernández comenzó la recuperación económica a
partir del 2005, endilgándosele la virtud de saber gobernar y hacer buen manejo
de la economía, por lo que el pueblo dominicano depositó su confianza en él una
vez más en el 2008, y Leonel vuelve a ganar con 53.83%. Analistas políticos y sociólogos
entendieron que el triunfo se debió al uso abusivo de los recursos del Estado
en plena campaña.
En el 2010 el PLD y aliados vuelven a ganar las elecciones de
medio término, y se pone de relieve una vez más el uso descarado de los
recursos estatales. Varios sectores se pronunciaron en contra del déficit creado
por la administración Fernández para entonces, que según el propio Andy
Dauhajre, alcanzaría 63, 000 millones de pesos.
Dauhajre acusaba al líder del PLD de encabezar una de las
administraciones más corruptas y mentirosas de la historia nacional. Sostenía
que íbamos hacia un colapso económico, en lo que tuvo mucha razón.
Pero, "el amnésico" Dauhajre, ahora deja en el tintero, de
buenas a primera, las acusaciones de corrupción que hacía a Leonel.
Ante los reclamos del pueblo para que el “deshonesto Leonel”
responda por el hoyo financiero que creó en el 2012, que sobrepasan los 187,
000 millones de pesos; y que el líder morado ha querido justificar con explicaciones
muy sosas y desvirtuadas, el polémico economista entiende que las protestas en
contra de Leonel no tienen razón de ser y que el ex presidente no tiene que ver
nada con la crisis, cuando el propio Dauhajre recibió la respuesta de que “la
economía estaba blindada”, cuando él reclamaba a Fernández por el despilfarro
de su gobierno y le exigía ser más cauto y austero en medio de la campaña política
del 2012.
En definitiva, ¿Es el señor Dauhajre un oportunista, charlatán e inconsistente en sus posturas económicas y políticas?
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