Infórmate Hoy y Siempre

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lunes, 22 de junio de 2009

No debió producirse

Ataques terroristas del 11/09/2001


Desde que se produjeron los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 el mundo no ha dejado de sufrir derrotas en el ámbito económico, lo cual se refleja en el social y político, porque a partir de entonces se transformó el sistema que nos regía en dicho aspecto.



El mundo dejó de enfrentar problemas perentorios como los educativos y de salud, o los étnicos en el Cáucaso y los Balcanes, debido a que la gran industria de los medios de comunicación ligada a intereses del gran capital norteamericano, se volcó en dar seguimiento a las consecuencias secundarias: Guerras de Irak y Afganistán. Todo por el simple hecho de que muchos medios de comunicación de masas dependen o son socios de grandes productores de armas como la General Electric y la Westinghouse. En fin se desvió el asunto.



Por qué expreso esto? -Para nadie es secreto que no se investigó bien el origen de los atentados, y si se hizo, no se persiguió a los intelectuales reales, sino más bien que los funcionarios de la Casa Blanca, ligados al negocio del petróleo y la industria de guerra vieron una gran oportunidad, aprovechando los incidentes para desatar una guerra en países ricos en hidrocarburos como los ya mencionados, con el único propósito de obtener ganancias inconmensurables ya con el dominio de los pozos y protegidos por un ejercito de primera. Esto nos indica que el objetivo no era erradicar el terrorismo islámico de esas zonas, sino que se radicalizó y se generalizó en una nueva vertiente: el terrorismo de la Casa Blanca.


De inmediato se movilizaron las tropas y las modernísimas maquinarias de guerra hacia el Medio Oriente, logrando un primer propósito: el derrocamiento del régimen Talibán, pero en lo formal no en el funcionamiento ni en lo cultural, pues no era el interés, era otro: los gasoductos.



Cumplida esta primera parte del muy bien orquestado plan, se giraron los cañones hacia el extremo del sureste de Turquía: Irak. Allí estaba alguien que crearon los yanquis a finales de la decada del 70, el dictador Saddam Hussein, quien no era visto con buenos ojos por la administración Bush. Pues éste era el culpable de que para los primeros años de los 90 se deplomara la economía interna de los Estados Unidos tras la costosa guerra del Golfo Pérsico, y como consecuencia de ésto, la derrota de George Bush padre, cosa que el presidente junior no se lo perdonó a Hussein. Había una especie de resentimiento, más que de realidades geopolíticas.


El pretexto en esta ocasión no eran los terroristas talibanes, sino un posible desarticulador del área, quien estaba llevando de manera acelerada la producción de armas de destrucción masiva que según vislumbraron los alcones del Pentágono podría resultar una amenaza mundial. Pero sólo en mentes de ellos existía tal cosa, ya que se habían hecho varias inspecciones llevadas a cabo por personas autorizadas por Naciones Unidas, los cuales no encontraron certeza en los planteamientos hechos por Washington.


Caso omiso se hizo a los informes dados por la Comisión Investigadora del caso Irak y después de un ultimátum de 30 días, el 20 de marzo del 2003 se inició una invasión al país arabe por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña con el apoyo aislado de otros países. El mundo se dividió en esta ocasión, por lo que la guerra sería muy costosa para las dos potencias occidentales.



Los resultados no se hicieron esperar, de inmediato muchas bajas y daños de la infraestructura de Irak, miles de refugiados y de muerte inocente, la economía y las finanzas se desploman en el mundo, especialmente en Estados Unidos, Saddam Hussein abandona el poder y luego es llevado a la horca, terminando así su régimen de más de 23 años.


Pero eso no marcaba el final de la guerra, apenas era el principio. Se continuó gastando recursos económicos y humano hasta el punto que Tony Blair, primer ministro de Gran Bretaña tuvo que dimitir al cargo el 27 de junio del 2007, cuatro años despues de iniciada la Guerra de Irak. A partir de entonces muchas de las grandes industrias norteamericana entraron en un proceso de quiebra, perdiendo miles de millones de dólares mensualmente, iniciandose así retiros masivos de empleados y obreros, hasta el punto que la populariadad de Bush se convirtió en una de las más baja de la historia de ese país, afectando su imagen y la de su partido conservador, que salió derrotado ampliamente en las elecciones de noviembre del 2008.


Sólo se pensó en venta de armas y control del petróleo, pero no en la suma que se iba gastar en esa operación.


La guerra no tenía razón de ser, tal y como el mundo pensaba, y es por eso que estamos ante una crisis que por lo visto no tiene límites.
Primera parte por Manuel Espinal

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